miércoles, 8 de mayo de 2013

El perro Greyfriars Bobby, Edimburgo

03/04/2013: En Edimburgo encontré un lugar donde se recuerda la memoria de uno de los perros más fieles del mundo, al igual que pude ver en Tokyo con el perro Hachiko en el barrio de Shibuya, se trata de un caso parecido.

En este caso el perro se llamaba Bobby y se dice que cuando falleció su dueño a mediados del siglo XIX y fue enterrado en el cementerio Greyfrias de Edimburgo,  Bobby no se separó de su tumba durante 14 años. La gente le llevaba comida al perro y fue haciendose todo un heroe por su honor.

Hay una estatua junto al cementerio Greyfriars. Para llegar, desde la Royal Mile,  al llegar al cruce donde se encuentra el pub Deacon Brodies bajar por la calle del puente George IV hasta el Museo Nacional de Escocia, allí se encuentra la estatua:



Frente a la estatua hay un pub con el nombre de Greyfrias Bobby:


Por la calle pegada al pub se llega al cementerio de Greyfriars, donde también se encuentra la tumba de Bobby:


Unas personas frente a la tumba del perro Bobby:


Me acerqué a los pies de la tumba en el que había unas flores y unos peluches. En su inscripción se podía leer la fecha de su muerte, 14/01/1872 y la emotiva frase, "Deja su lealtad y devoción que sea una lección para todos nosotros".


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